lunes, 19 de enero de 2009

La nueva escuela: los Keyneclásicos

Para hacer frente a la crisis, Obama y su equipo han acudido al pasado. Más en concreto, han acudido a las teorías del que muchos consideran el fundador de la macroeconomía moderna: John M. Keynes. Hay que combinar a Keynes con los fundamentos a largo plazo del modelo clásico. Hay que ser keyneclásicos.
Estamos ante una crisis de demanda originada, no por un shock externo, sino por el mal funcionamiento del mercado, en este caso, el financiero. Por tanto, no son válidas las recetas conservadoras de reducción de salarios y del papel del sector público en la economía. Un ajuste basado sólo en una reducción de los salarios reales en un contexto como el actual podría, incluso, agravar la situación. Por otra parte, sólo podremos salir de la actual situación si el sector público toma, temporalmente, el relevo del sector privado para sostener la demanda agregada.


Por eso 500.000 millones se destinarán a políticas de inversión pública, con especial atención a la promoción de las energías renovables, con el objetivo de que el 25% de la electricidad sea de origen renovable. Además se dará un impulso a los vehículos eléctricos e híbridos, a las infraestructuras de transporte, a la educación, a la sanidad y a las nuevas tecnologías, con especial atención al despliegue de la banda ancha y de las redes de nueva generación.


Todas estas áreas de inversión presentan una doble ventaja. Por un lado, van a suponer un impulso al empleo a corto plazo. Se estima que la puesta en marcha del plan va a traer consigo la creación o el mantenimiento de alrededor de 3,6 millones de puestos de trabajo en los próximos dos años. Por otro lado, se trata de gasto productivo que, a largo plazo, va a reforzar las bases de la oferta productiva y, por tanto, las bases de un crecimiento futuro. Todo acorde con el pensamiento keyneclásico.


Habrá que tomar nota, y que en España, quien ahora tiene el poder de cambiar el modelo, hago lo necesario para que el gasto público genere un incremento de la oferta productiva, y el dinero que destine el gobierno a los ayuntamiento, dentro del nuevo modelo de financión, no se dedique a "malgastos" tales como arreglar un parque, acabar un teatro o tapar los agujeros de una calle, como se propone en la localidad de La Bañeza, León. Ahora no es el momento.


El programa económico de Obama es muy relevante para la economía española porque abre un sinfín de oportunidades a nuestras empresas, especialmente por su apuesta por las energías renovables y las infraestructuras. Se trata de dos sectores en los que España es, sin duda alguna, uno de los líderes mundiales. En concreto, en materia de energías renovables, España cuenta con la segunda empresa del mundo de fabricación de aerogeneradores y, en materia de infraestructuras, seis de las diez empresas más importantes del mundo en concesión de obra pública son españolas.


España tiene que viajar inmediatament a USA para relanzar una nueva alianza comercial con Obama, que beneficie a las empresas españolas en el sector. Esta es una de las vías de salida a la crisis.


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