La decision del ministro de Industria,Miguel Sebastian,de que la factura de la luz se pase al cobro cada mes ha provocado el amotinamiento de asociaciones de consumidores.Todos los dedos acusadores apuntan a las electricas,y supone un coste que terminaran pagando los consumidores.
El tener que expedir a 25 millones de clientes el doble de recibos al año representa un sobrecoste para las distribuidoras de casi 100 millones de euros anuales.
Industria admitio que las empresas puedan seguir leyendo cada dos meses el contador.Por tanto, el recibo del primer mes refleja una estimacion del consumo mientras que del segundo recoge el gasto real y salda la deuda de los dos meses.
El encarecimiento en el ultimo recibo responde a una mala regulacion inadecuada sobre como hacer las estimaciones y en el nuevo año hay una subida de tarifa de un 4% en enero.
Un gran problema es que nunca antes se ha tenido que estimar a 25 millones de consumidores en un mes.
Uno de los criterios que se usa es el consumo medio del cliente en el mismo periodo del año anterior,que se pondera con la media de los meses anteriores.Del resultado se elige el consumo mas bajo.
Una de las acusaciones del propio gobierno es que las empresas hayan aplicado la tarifa superior de enero al consumo real de diciembre que se estimo a la baja.
Otra de las razones que ha hecho aumentar el recibo es que las penalizaciones por exceso de consumo solo se pueden cargar en el segundo recibo.Por tanto no se pueden hacer estimaciones y estos recargos se siguiran recargando en la factura.
UNESA esta dispuesta a establecer un metodo de estimacion que acabe con el problema.
Queda por saber si el ministerio obliga a una refacturacion.
La facturacion mensual de la luz solo tendra sentido segun el sector cuando funcionen los contadores electronicos que permitiran la lectura mediante telematicos.Pero no mientras esta se haga fisicamente por las correspondientes cuadrillas de las electricas.
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